"Arkham caminaba por el patio trasero de la vivienda, la maleza le llegaba a las rodillas y por el aspecto se notaba que no hubo intrusos en el tiempo que estuvo abandonada. Observaba los árboles que habitaban en él, de extrañas formas puntiagudas y extremadamente irregulares, como si estuviesen sujetos a otras fuerzas no conocidas por la física convencional. Recorriendo el terreno sus pies descalzos colisionaron con una estatuilla de aproximadamente unos veinte centímetros. Asombrado, la contempló en sus manos, principalmente estaba constituida de berilo y tenia un color esmeralda, las formas que presentaba eran aterradoras, era un cierto tipo de gárgola pero con tentáculos que sobresalían por la cabeza y sus extremidades. El joven arqueólogo notó un pequeño cordón pegado a la base de esta y a continuación lo jaló, este terminaba perdiéndose dentro de la maleza, cosa que le llamó la atención. Cegado por la ansiedad de descubrir lo que había debajo de la estatuilla, arrancó la hierba con sus propias manos hasta tocar una superficie dura. Se trataba de una cubierta de concreto de un metro de largo por cincuenta centímetros de ancho, desgastada con el tiempo y profundamente afectada por la maleza, esto no lo preocupó y se apresuro en levantarla. Debajo de ella existía una escalera que daba a lugares desconocidos, quizás no utilizados en muchos años. Encolerizado por la curiosidad bajó por ella raudamente y pronto se encontró sumido en la más profunda oscuridad, la luna apenas ingresaba por la grieta que quedaba entre la cubierta y la escalera, pero esto no detendría sus ganas irrefrenables de ver que le aguardaba dicho lugar..."
lunes, 10 de marzo de 2008
Fragmentos de la casa del ritual
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1 comentario:
muchas gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado lo que hago y estas invitado a pasar por el blog cuando quieras... saludos, Flor
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